Ese pobre lechón...!!!

Los puertorriqueños celebramos las Navidades más largas en comparación con otros países. Desde antes del día de Acción de Gracias estamos preparándonos para recibir las tan esperadas celebraciones. Y cada año que pasa las seguimos alargando.

Celebrar en familia es lo más importante de estas fiestas pero…  no pueden faltar los platos distintivos de la fecha. Y es que solo sentimos la proximidad de la Navidad y ya imaginamos los pasteles, el arroz con gandules, el lechón, el tembleque, el arroz con dulce, el majarete, el coquito, las morcillas y los guineítos en escabeche, entre otros manjares, que nos podremos saborear.

Una de las tradiciones más esperadas en la Navidad es poder saborear un buen pedazo de lechón asado a la varita. Esta costumbre viene desde la época de nuestros jíbaros. Pero estos, no precisamente lo preparaban para disfrutarlos con sus familias, sino que lo preparaban para sus patrones, los dueños de las haciendas donde trabajaban. Del lechón, nuestros jíbaros solo podían saborearse el crujiente cuerito y las tripas. De ahí es que sale la morcilla, que también es una protagonista en nuestro menú navideño.


Así que a disfrutarnos el lechón a la varita, pero esta vez, no solo las sobras!! Buen provecho!!