Estirando el presupuesto

• ·         Planificar. Personalmente me ha ayudado mucho hacer un plan semanal de lo que voy a cocinar. Al principio puede resultar tedioso, pero la verdad es que esta práctica nos ayuda también a llevar una dieta más saludable y variada, al tiempo que consumimos productos más frescos, aprovechamos mejor el tiempo y pasamos menos horas en la cocina

• ·         Almuerzo para el trabajo. Para los padres que trabajan fuera de la casa, llevar el sobrante de la cena para almuerzo ayuda a gastar menos. Además, comerán mucho mejor y más saludablemente que consumiendo comida de la calle o de los famosos “fast foods”.

• ·         Evitar las comidas preparadas. A la hora de ir al supermercado, es menos costoso comprar los ingredientes para hacer las comidas “from sratch”. Además, los productos congelados o “pre-made” contienen un alto por ciento de sodio.  Y eso no es nada saludable.

• ·         Consumir menos carnes/pollo/pescado. Además de ayudar a al presupuesto, ya que estos productos está bastante caros, minimizan el consumo. Así ponemos nuestro granito de arena por nuestro medio ambiente. No es nada fácil cuando eres carnívoro, como yo, pero no es imposible lograr que la proteína animal no sea el protagonista en nuestra mesa.

• ·         Preferir lo “de aquí”. Consumir lo local y productos que estén en temporada. Mientras hacemos esto, ayudamos a nuestros agricultores, incentivamos nuestra economía y comemos productos frescos y más saludables.

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